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Die Gedanken sind frei ¬ Volkslied

noviembre 22, 2014

 Gedanken frei

Die Gedanken sind frei

Canta Freddy Quinn https://www.youtube.com/watch?v=EOs0-QjPpE0

Coros Fischer https://www.youtube.com/watch?v=KzbicnNZUtc

Plurinacional https://www.youtube.com/watch?v=j54HIGk_AEI

Podcast Goethe-Institut http://www.goethe.de/lrn/prj/gad/dgf/deindex.htm

Descargar MP3 http://vibecloud.net/tracks/frei_lied_.html

Badischer Jugendchor https://www.youtube.com/watch?v=RlbFN-Gb7Rs

NOTA: Este post ha sido complementado y en parte enmendado en la 2ª página de este sitio, accesible por medio del link https://analfa.wordpress.com  –  Allí se publica una traducción corregida del poema que da título a este ensayo.-  El motivo originante de ambos posts fue el de añadir información a un seminario sobre la Grundgesetz alemana, desarrollado en la Facultad estatal de Derecho de Mar del Plata durante los años 2013 y 2014. Entre los temas del curso estaban las libertades de pensamiento y expresión.
El art 4 inc. 1 de esa Ley Fundamental garantiza como derecho de aplicación inmediata «la libertad de creencia y de conciencia, y la libertad de confesión religiosa e ideológica».-  El art 5 inc. 1 enuncia que «toda persona tiene el derecho a expresar y difundir libremente su opinión… La censura está prohibida».-                    Dichas normas no estatuyen derechos absolutos. Tampoco los ángeles – espíritus puros por esencia – los poseen. Cuando se excedieron fueron sancionados hasta en sus jerarquías superiores. Los derechos de los humanos encuentran en su ejercicio concreto las limitaciones que las leyes y la dignidad de las personas disponen. Dichas restricciones y su alcance tienen su intérprete decisivo en los tribunales de justicia, cuya máxima instancia es el Tribunal Constitucional Federal.- Más allá sigue rigiendo la libertad transgresora y sus diversas desmesuras.-

Buen ejercicio (no inventado por los responsables del seminario!): separar en  2 columnas los versos de cada idioma: Die Gedanken sind freiLos pensamientos son libreswer kann sie erraten?¿quién puede adivinarlos?Sie fliegen vorbeiSe pasan volandowie nächtliche Schatten.como sombras nocturnas.Kein Mensch kann sie wissen,Ningún hombre puede saberlos,kein Jäger erschießenningún cazador puede dispararlosmit Pulver oder Blei:con pólvora o plomo:Die Gedanken sind frei!¡Los pensamientos son libres!–2. Ich denke, was ich willPienso, lo que quiero,und was mich beglücket,y eso me hace feliz,doch alles in der Still’y todo en silencio’und wie es sich schicket.así como se me ocurra.Mein Wunsch und BegehrenMis deseos y necesidades,kann niemand verwehren,nadie puede negarlos,es bleibet dabei:lo que queda así:Die Gedanken sind frei!¡Los pensamientos son libres!–3. Und sperrt man mich einY aunque me encierren,im finsteren Kerker,en el calabozo más oscuro,das alles sind reintodo esovergebliche Werke.es inútil.Denn meine GedankenQue mis pensamientos,zerreißen die Schrankenechan abajo las barrerasund Mauern entzwei:y murallas (en pedazos):Die Gedanken sind frei!¡Los pensamientos son libres!–4. Drum will ich auf immerPor eso quiero dejarden Sorgen entsagen,para siempre las preocupaciones,und will mich auch nimmery jamás quiero ajetrearmemit Grillen mehr plagen.con mortificantes y turbios pensamientos.Man kann ja im HerzenUno ya puede dentro de su corazón,stets lachen und scherzenreír y bromearund denken dabei:mientras piensa:Die Gedanken sind frei!¡Los pensamientos son libres!–5. Ich liebe den Wein,Amo al vinomein Mädchen vor allen,y sobre todo a mi chica,sie tut mir alleinella es laam besten gefallen.que más me gusta.Ich bin nicht alleineNo estoy solo,bei meinem Glas Weine,tomando mi copa de vinomein Mädchen dabei:mi chica conmigo:Die Gedanken sind frei!¡Los pensamientos son libres!

 Gedanken frei 2

«Die Gedanken sind frei» es una canción popular alemana de origen y autor desconocidos, quizá difundida desde fines de la Edad Media. Letra y melodía se encuentran en una recopilación de tonadas para muchachas de Brienz (Lieder der Brienzer Mädchen), editada en Berna en 1780. Desde entonces esta composición aparece en diversas colecciones de Volkslieder.   Cuando Clemens Maria Brentano y Achim von Arnim publicaron entre 1806 y 1808 una celebrada refundición de canciones y poemas de la Edad Media alemana bajo el título de Des Knaben Wunderhorn (que dedicaron a Goethe), realizaron con ello una labor recopiladora e investigativa equiparable – por su importancia para la historia cultural de la literatura en dicha lengua – a la que por la misma época llevaron a cabo los hermanos Grimm en el campo de la lingüística y la transcripción de los más famosos relatos populares, los Märchen.  Entre aquellas canciones de la Cornucopia  ya se encontraba aquella cuyo verso refranesco era Die Gedanken sind frei… , cuya primera versión impresa conocida databa de un par de décadas atrás aunque parece haber nacido mucho antes, envuelta en el anonimato de su autoría que caracterizó a muchas composiciones medievales.

Gedanken free 3

Ya el poeta trovadoresco – Minnesänger – Walther von der Vogelweide, que vivió aproxim. entre 1170 y 1230, aludió al tema en uno de sus cantos al decir “sind doch Gedanken frei” [versión modernizada de uno de sus versos]. Otros trovadores del área lingüística alemana expresaron una idea semejante. La versión que hoy más se canta alcanzó difusión en el siglo XIX al ser incluida en una recopilación de Lieder de Silesia por Hoffmann von Fallersleben – el autor de los versos del “Deutschlandlied”.

Originalmente sólo tuvo cuatro estrofas; se añadió posteriormente una quinta y su orden ha variado según las cambiantes circunstancias políticas en que se la entonó. Obtuvo el honor de ser prohibida en algunos reinos alemanes durante la etapa de las revoluciones liberales de 1848/1849. También alentó los sueños del pequeño grupo de resistencia antinazi denominado Die weiße Rose.  En el siglo XIX la canción fue cantada por estudiantes alemanes (die Burschenschaft) que reclamaban libertad académica y libertad de opinión y expresión.

El 9 de septiembre de 1948, a raíz del bloqueo a la ciudad de Berlin, el alcalde socialdemócrata de la misma – Ernst Reuter -, en un discurso ante 300.000 ciudadanos reclamaba a las potencias occidentales vencedoras en la guerra que no abandonaran la ciudad. Después de su discurso el pueblo empezó a cantar espontáneamente la canción «Die Gedanken sind frei». Y sigue siendo tema de varias ejecuciones, algunas quizá “irreconocibles” en su afán innovador.

Bajo el nombre de “Lied del perseguido encarcelado en la torre” (a tenor de una canción suiza), fue incluida en 1806/08 en la recopilación de Achim von Arnim y Clemens Brentano titulada Des Knaben Wunderhorn. Esta versión del texto sirvió asimismo de base al compositor Gustav Mahler para la recreación tonal de 1898 incorporada a su obra de igual título, trozo subtitulado “Lied des Verfolgten im Turm” (escuchar en https://www.youtube.com/watch?v=oPJ6s3hifX0  ).

Gedanken sing mit  Gedanken frei Burschen

                                die Burschen

Un canto político  

En los tiempos del absolutismo y del despotismo ilustrado vigentes hacia fines del siglo 18 en varias regiones del antiguo Reich, que ya de “sacro y románico” sólo conservaba el nombre, volvieron las estrofas de esa canción a hacerse oír al compás de protestas e insurrecciones surgidas a impulsos del “mal ejemplo” de la Revolución Francesa. En esa atmósfera cultural fue escrito por Schiller el drama “Don Carlos” (1787/88), uno de cuyos personajes reclama del rey español Felipe II: “Gane V.M. la delantera a los demás monarcas de Europa… y conceda libertad al pensamiento” (acto III, esc. 10). La misma idea luce en el drama “Wilhelm Tell” (1804), donde se lee: “Hemos de ser un pueblo unido y hermanado… Queremos ser libres como nuestros padres lo eran, / antes la muerte que vivir en esclavitud” (acto II, esc. 2).

Académicos y estudiantes de universidades alemanas, descendientes de burgueses la mayoría de ellos, despertaron en las Burschenschaften a una nueva conciencia emancipadora y nacionalista que exigía libertad de pensamiento y unidad política para el pueblo alemán. Reclamos que culminaron en los movimientos revolucionarios de 1848 y 1849 aunque fracasaron por el propio sectarismo y la represión gubernamental. A la misma ideología que hizo renacer viejas canciones como Die Gedanken sind frei responde la Lied der Deutschen, compuesto en 1841 por Hoffmann von Fallersleben mientras se encontraba exiliado en la isla de Helgoland, por entonces perteneciente a Inglaterra. Son estos los versos cuya primera estrofa comenzaba con “Deutschland, Deutschland über alles, / über alles in der Welt…”  y contenían una hipertrófica enumeración de las regiones que – en el entusiasta magín nacional del poeta – formarían parte de una gran Alemania unida. Versos hoy suprimidos en todo acto público alemán, con una ahistórica hipercautela.

  Gedanken libres

En digresivo contraste con esos cantos nacionalistas del siglo 19, los creados o parafraseados no mucho después en los mitines socialistas, anarquistas y comunistas ponen el acento en los reclamos de pan, paz, trabajo, lucha y solidaridad internacional. Pues entonces no se había logrado aún un estado nacional unificado ni una constitución democrática. Alemania continuó siendo un policromo tapiz de pequeños territorios, más o menos autoritariamente gobernados, con escasas libertades públicas y privadas e impedimentos para las organizaciones obreras, la difusión de “escritos subversivos” y el rechazo de canciones “ofensivas” o “incitadoras a la violencia”. Cuando la anhelada unidad nacional se consigue en 1871, no la contrarrestan instituciones parlamentarias y democráticas desarrolladas. Dos guerras finalizadas en derrotas, y  una trágica dictadura intermedia, parecen haber encaminado a la mayoría de los alemanes por un sendero político razonable.

No exento de riesgos y añagazas, por cierto. No basta caminarlo despreocupados, cantando bajito una loa a la “libertad de los pensamientos” al estilo de Die Gedanken sind frei. Ninguna Ley Fundamental, Grundgesetz o Constitución jurídica engendra de un modo mágico las libertades y los derechos que su texto enuncia. Vale ejercerlos y actuarlos para hacerlos más amplios, más genuinos. Con cantos y música, si es posible, pero fervor ciudadano en todas las acepciones del desempeño.

                                 Carlos Haller, noviembre 2014

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